Como inicio todo
Encerrados en nuestro departamento producto de la pandemia, felices por un lado de tener más tiempo juntos, nos habíamos casado recién en enero del 2019 y el 2020 azoto la pandemia. Viendo noticias cada vez más tristes por todo el mundo, no sabíamos que pasaría en el futuro.
Mientras tanto seguíamos con nuestra rutina de hacer ejercicios todos los días, en un metro cuadrado que, dicho sea de paso, somos ambos profesores de educación física. cada uno con sus respectivos trabajos en diferentes lugares, en el mundo real como decíamos.
Pasando el tiempo y cuando esa alegria inicial por no ir a trabajar ya no era la misma de antes, encerrados en pandemia, tuvimos tiempo para imaginar todas esas ideas que siempre quisimos llevar a la realidad, ahora ya no estaba la excusa de no tener tiempo. El único problema es que al pasar los meses sabíamos que teníamos que volver a nuestros trabajos….
El click que lo cambio todo
Estando tanto tiempo juntos descubrimos algo muy básico, pero quizás no teníamos tiempo para hablarlo… Nos encantaba lo que hacíamos, pero no en el lugar que lo hacíamos. trabajar más de 9 horas diarias para llegar a cenar y tener con suerte un fin de semana almorzando juntos… creemos que podemos hacer más que eso.
En ese tiempo ya estaban por aprobar los famosos retiros de las ISAPRES… y Cristy me dice: “y si invertimos en un negocio”… ¿negocio dije yo? ¡Por supuesto que no!